Pensamiento Crítico

Queridos Lectores:

Cuando era más pequeña me esforzaba por aprenderme ciertos datos de memoria y mientras más intentaba recordarlos más se me olvidaban, me era imposible traerlos de regreso a mi memoria cuando sabía que podrían servirme en una conversación o en una tarea… Ahora con el internet y los dispositivos móviles esto no ha vuelto a ocurrirme, cuando tengo algo en la punta de la lengua busco en internet algún detalle que se le relacione y al final doy con el tema o el nombre o la fecha o lo que sea que buscaba; y de seguro se estarán preguntando qué tiene que ver la triste historia de mi infancia con el tema de esta semana, pues muy fácil:

El tema de esta semana es el pensamiento crítico, otro tema emergente en materia de educación, que puede ser explicado con lo siguiente: mis abuelitos y mis padres tienen una mejor memoria que la mía, antes la educación tenía como propósito generar una base de datos confiable dentro de la mente de cada estudiante, algo así como dejar dentro de sus cabezas el tomo de una enciclopedia con un bonche de datos, hechos y números. Mi memoria no funciona igual que la de ellos en parte porque la educación que a mí me ha tocado jamás ha tenido ese mismo propósito.

Con la cantidad de información a nuestro alcance gracias a las nuevas tecnologías, ha surgido un nuevo objetivo educativo conocido como pensamiento crítico, el cual busca brindar a los alumnos las herramientas necesarias para investigar (zambullirse en ese mar de información), discernir (ser capaz de distinguir que fuentes son confiables y cuales no), tomar posturas (generar un juicio o llegar a una conclusión después de revisar tanta información) y hacer algo con eso que se ha aprendido, algo que tenga cierto impacto aunque sea en uno mismo, como darse cuenta de una realidad que antes se ignoraba.

Si se considera al pensamiento crítico como un proceso, el resultado sería llegar, mediante la inteligencia y el conocimiento, a la postura más justificada y razonable sobre un tema. Y las habilidades cognitivas que genera en los estudiantes son:

Interpretación: Comprensión y explicación jerarquizada de los datos según relevancia.

Análisis: Reconocimiento de las intenciones de las ideas y conceptos, además de los propósitos ocultos de los textos revisados.

Evaluación: Valoración de la credibilidad de las fuentes, comparándolas e identificando fortalezas y debilidades de cada una.

Inferencias: Llegar a conclusiones razonables a partir de la identificación de los puntos más relevantes del tema, su comprensión y análisis.

Explicación: Proceso de representación del pensamiento, exponiéndolo como argumentos coherentes, claros y reflexivos.

Metacognición: Habilidad del pensador para autocorregirse en caso de ser necesario.

Con esto podemos concluir que los tiempos cambian y la educación cambia con ellos, las habilidades que se deben generar en los estudiantes son aquellas que les permitan desenvolverse en un mundo complejo y aprovechar todos los recursos que las nuevas tecnologías ponen a su disposición.

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